De doblete el sábado 15 de Marzo entre el Krawill y el Infernu Taberna con dos propuestas muy opuestas y dispares.
Por una parte, empezamos en el bar krawill de Pamplona, sobre las 8 de la tarde, con la banda de versiones Les copions, que si no lo sabíais o no lo habéis adivinado aún, hacen versiones de Scorpions con muy buen gusto. Y es que la banda está formado por músicos con mucha experiencia en esto,como David Arredondo que ha estado en bandas también de tributo como Rock Stars, Pintxo Garces de Últimos Ritos o Jon Huarte que ha estado en multitud de formaciones como por ejemplo Sekreto de Sumario o Dream Walker además de la banda de versiones PunkTV. Les acompañan Eguzki Abad, increíble a la guitarra y Francisco Javier Ariño al bajo.
Su puesta en escena fue sencilla, lo que les permitió el limitado espacio del krawill, pero incluyeron unos focos que les iluminaban y cambiaban de color continuamente ambientando bastante bien. Llegamos con el concierto empezado, aunque como mucho creo que nos perdimos una o dos canciones. Las que pudimos disfrutar en la hora que los vimos fueron clásicos y otros temas no tan explotados de Scorpions que siempre sientan muy bien. Scorpions son una de esas bandas que sé que no podré ver ya en directo así que me conformo con las versiones de éste experimentado combo pamplonés, que no lo hacían nada mal. David imitaba de manera muy acertada a Klaus, cambiando algunas cosas del micro para darle más efecto o no a la voz.
Su repertorio estça muy bien elegido, la verdad, al menos el que pude disfrutar. Sonaba todo muy compacto e increíble la labor de Eguzki a la guitarra, como se deleitaba con ella. Si ya de por si tiene un compañero de peso como es Pintxo a la otra guitarra, Eguzki sube el nivel y se echa todo el peso de los solos de las canciones mientras Pintxo acompañaba muy bien a su compañero. De hecho en algún momento se cruzaron una mirada comprometida que fue bastante graciosa. Por su parte Jon imprimía el ritmo sin pausa tras la batería, golpeando sin piedad, aunque quizás le hubiera gustado darle más velocidad a los temas. Sin embargo, los lentos sonaron también muy bien, no se aceleró.
Temarracos como "Rhythm of love" , "Coming home", "Blackout", la instrumental e inesperada "Coast to coast", "No one like you" o la preciosa y muy emotiva "Send me an angel" completaron parte de la hora que los disfrutamos rodeados de bastante gente.
Muy buena sensación me llevé del concierto, aunque eché en falta más espacio para poder moverme más a mi aire disfrutando de las canciones ya que estaba aprisionada entre mucha gente y a penas podía ver mucho a los músicos. Cosas de la altura, que le vamos a hacer.
Y sobre las 9 pasadas de la noche tocaba moverse al Infernu Taberna ya que una banda de Salamanca iba a ofrecernos su show y no podíamos perdérnoslo aunque dejáramos a medias el concierto de Les Copions, ya que a estos podremos verlos más a menudo por ser de nuestra zona, a diferencia de la banda de Salamanca.
Llegamos antes de tiempo aunque sobre y 20 comenzó el espectáculo. El altar del holocausto fue una experiencia increíble. Fue como ver a Toundra (que es lo que más conozco de este tipo de música) pero disfrazados y destrozando todo aquello que tocaban. Destrozando en el buen sentido de la expresión.
Y me alegro de mi costumbre de ir a ver que me ofrecen sin investigar mucho más, a ver si me convencen en concierto, a ver cómo sorprenden, porque estos tres chicos de Salamanca me sorprendieron y para bien, tanto en escena como musicalmente. Un power trío que se las ingenió para animar al personal a base de buen hacer y mucha calidad. Me gustaron mucho. Al principio me intimidaron con sus atuendos un tanto estrafalarios, y no comprendía como podían tocar con eso puesto ya que a penas se les veía casi los ojos, así que no se como tocaban y no se equivocaban o se tropezaban. Y no os creáis, nos quedamos con la intriga de saber quién era quién ya que no se quitaron los atuendos, al menos el que les cubría la cabeza. Todo un espectáculo, vuelvo a reiterar.
Y me alegro de mi costumbre de ir a ver que me ofrecen sin investigar mucho más, a ver si me convencen en concierto, a ver cómo sorprenden, porque estos tres chicos de Salamanca me sorprendieron y para bien, tanto en escena como musicalmente. Un power trío que se las ingenió para animar al personal a base de buen hacer y mucha calidad. Me gustaron mucho. Al principio me intimidaron con sus atuendos un tanto estrafalarios, y no comprendía como podían tocar con eso puesto ya que a penas se les veía casi los ojos, así que no se como tocaban y no se equivocaban o se tropezaban. Y no os creáis, nos quedamos con la intriga de saber quién era quién ya que no se quitaron los atuendos, al menos el que les cubría la cabeza. Todo un espectáculo, vuelvo a reiterar.
Venían presentando su disco H.E que si os metéis en su bandcamp, que os dejo aquí abajo, tremendos los títulos. Más que títulos son párrafos, excepto alguno como Mateo 12,18. Por nombraros uno, os pondré este: "Cuando los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra metan los pies en el agua, el río se dividirá en dos partes, y el agua que viene de arriba dejará de correr y se detendrá como formando un embalse" Ale, ¿Cómo te quedas? ¿Eres capaz de memorizarlo? Va a ser que no. Seguro que todos nos quedaríamos con algo así como "Si, ese tema que se llama "Cuando los sacerdotes"..."
Sus temas fueron rodeándonos poco a poco, en su atmósfera, llevándonos a su terreno espacial, evocador, todo ello con una entrega impecable. Asemejaría su música al movimiento de las olas del mar, un continuo subir y bajar de sensaciones, de picos más altos, como la cresta de una ola hasta terminar rompiendo y bajando a niveles a ras de arena, con sutiles notas. Impresionante.
Fue apasionante la verdad, me gusta mucho este tipo de música instrumental. Fue una pena que en esos momentos más íntimos, donde deberías estar metida por completo en sus notas y sus suaves movimientos se escuchara más a la gente hablar que a la banda tocar, pero que le vamos a hacer. Aún así lo disfruté todo lo que pude.
El tema que os comentaba, Mateo 12,18 tiene un comienzo precioso, suave, como si solo te rozara.
Me encanta como en una misma canción pasan por todos los ritmos, y sin que se noten fisuras, con una elegancia que denota mucho ensayo y mucha inquietud musical también. Un buenísimo descubrimiento el de estos chicos. Seguiré sin entender lo de los atuendos, aunque he de reconocer que impactan.
También destacar como ellos mismos estaban tan metidos en su música que sacaban hasta el ultimo suspiro de sus instrumentos. Destacable fue el batería Reaper Model, que no dejaba de levantarse y aporrear su instrumento como si no hubiera un mañana.
Curioso fue también cuando el batería, Reaper Model junto al bajo Skybite salieron del bar y tocaron fuera mientras el guitarra Weasel seguía acompañándolos con una suave melodía. La gente que pasaría en ese momento por la calle se tuvo que quedar a cuadros. Poco después volvieron y dieron en seguida por finalizado el evento.
Una hora de sensaciones múltiples a través de la música y los sentidos mas sensibilizados, como quien dice.
Hay momentos para la caña bruta, para el desahogo, pero también momentos así se agradecen y mucho.
Sus temas fueron rodeándonos poco a poco, en su atmósfera, llevándonos a su terreno espacial, evocador, todo ello con una entrega impecable. Asemejaría su música al movimiento de las olas del mar, un continuo subir y bajar de sensaciones, de picos más altos, como la cresta de una ola hasta terminar rompiendo y bajando a niveles a ras de arena, con sutiles notas. Impresionante.
Fue apasionante la verdad, me gusta mucho este tipo de música instrumental. Fue una pena que en esos momentos más íntimos, donde deberías estar metida por completo en sus notas y sus suaves movimientos se escuchara más a la gente hablar que a la banda tocar, pero que le vamos a hacer. Aún así lo disfruté todo lo que pude.
El tema que os comentaba, Mateo 12,18 tiene un comienzo precioso, suave, como si solo te rozara.
Me encanta como en una misma canción pasan por todos los ritmos, y sin que se noten fisuras, con una elegancia que denota mucho ensayo y mucha inquietud musical también. Un buenísimo descubrimiento el de estos chicos. Seguiré sin entender lo de los atuendos, aunque he de reconocer que impactan.
También destacar como ellos mismos estaban tan metidos en su música que sacaban hasta el ultimo suspiro de sus instrumentos. Destacable fue el batería Reaper Model, que no dejaba de levantarse y aporrear su instrumento como si no hubiera un mañana.
Curioso fue también cuando el batería, Reaper Model junto al bajo Skybite salieron del bar y tocaron fuera mientras el guitarra Weasel seguía acompañándolos con una suave melodía. La gente que pasaría en ese momento por la calle se tuvo que quedar a cuadros. Poco después volvieron y dieron en seguida por finalizado el evento.
Una hora de sensaciones múltiples a través de la música y los sentidos mas sensibilizados, como quien dice.
Hay momentos para la caña bruta, para el desahogo, pero también momentos así se agradecen y mucho.
En definitiva el sábado fue un día muy provechoso, dos conciertos muy elegantes para la saca y muy buenos recuerdos. Un gustazo tener cosas así por Pamplona, sin duda.
Gracias por vuestro tiempo,
Sonia
1 comentario:
xd! tu duermes alguna vez?
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