¿Y qué es buena música?

Hoy me asalta la duda, o más bien las ganas de dejar en la red unas reflexiones sobre qué creemos que es música, buena, mala... Y es que no ha habido ni veces que me ha pasado que aquello que escucho y me apasione genere rechazo a mi alrededor, sorpresa, o la mas fría ignorancia. 

Sé que lo importante es lo que tu sientas, lo que a ti te transmite, lo que a ti te llena, pero no deja de ser curioso la visión que tenemos todos de una misma cosa. 

Que una persona perciba como ruido, como algo desagradable aquello que te apasiona. Que esos "gritos" que a ti tanto te transmiten a esa otra persona le parezcan horrendos. Son visiones tan diferentes que piensas, ¿que tengo yo de diferente o esa otra persona respecto a mi?

Pero pensándolo fríamente es como la comida. Hay platos que a muchos nos parecen una verdadera delicia y a nuestro acompañante o cualquier desconocido le parecen una verdadera aberración.

Creo que pega perfectamente aquí una de los versos de un tema de la banda cordobesa, Viva Belgrado que dice en su tema Madreselva: "Es el precio a pagar, por estas canciones".

Y yo lo adaptaría incluso un poco más afirmando que "es el precio a pagar por no dejarse llevar por la masa y buscar tu propio camino, nuevas formas de expresión ajenas a lo que las grandes industrias quieran venderte como lo mejor".

Soy la primera que siempre comento que a mi al principio las bandas con voces guturales no me atraían, pero no decían que fueran basura, que fuera algo horrible y desagradable. Simplemente en ese momento de mi vida no estaba preparada para esas sonoridades, como nos puede pasar a todos. Sin embargo, el paso de los años ha hecho que acabe muy metida en todo tipo de tonalidades musicales con guturales, o no. Y soy capaz de apreciar el grito más desgarrado como la voz más suave y sensual. He ahí la magia de ampliar tus abanicos e ir aceptando cada vez más terrenos. 

Al final, ser un "sectario", da igual el terreno de la vida que sea, nunca va a traerte nada bueno.

Y por terminar diré que aunque tú escuches gritos y ruido, yo escucho melodías, sentimientos y un mundo por descubrir, que aún no está a tu alcance, y quizás no lo esté jamás si no te atreves a mirar más allá de lo que te quieren vender. 

Sonia