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Pamplona, Spain
Sonia. Metalhead "melómana" crónica sin remedio. -->>Metal Music Passion Alive <<--

16 mar 2019

Cuando pierdes el rumbo



Hacía tiempo que no escribía en este espacio mío, quitando las entradas del proyecto del podcast y demás. Pensaba, si no tengo nada interesante que decir, no voy a publicar nada. Pero a raiz de un concierto que disfruté ayer, afloraron en mi múltiples sensaciones que quería dejar plasmadas por aquí. Al fin y al cabo, sé que alguien lo leerá y quizás hasta se sienta identificadx. Aunque no lo hago por eso. Lo hago porque me apetece dejar constancia de ello. 

Desde que terminó el verano pasado, que ya hace tela de aquello, la vida me ha llevado por el camino de la incertidumbre. Digamos que la vida adulta tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Una de esas malas es que si no tienes dinero, no vives y menos sobrevives. Obviamente, olvídate de tus aficiones si ellas requieren dinero, y no poco, como es la música. Alegrate si puedes comprar algún disco de segunda mano, como capricho ocasional. Me vi en la obligación de reducir drásticamente mi asistencia a múltiples conciertos aquí y fuera de Navarra por ello. Y aunque no me percaté en su momento, me perturbó bastante. Sin duda, cuando al coche le falta gasolina, es complicado continuar el trayecto.

Pero la cosa no es tan drástica. La gasolina, es decir, el dinero, debía marcharse a cosas básicas si pretendía seguir siendo independiente. Y así ha sido, aunque la balanza se ha tornado en un "ignoro todo lo que ocurre a mi alrededor, o lo intento" en cuanto a música en directo, para no sufrir más de la cuenta. Y así es como llegamos al concierto que presencié ayer viernes. 



Mi primer concierto de 2019. Increible. Yo, que tengo una libreta para ir apuntándome todo aquello a lo que voy, para no olvidarlo, como algo especial, porque así lo siento. Porque hace ya 9 años que todo esto era impensable para mi, y por eso desde que comencé a moverme en salas, bares y demás cada ocasión ha sido plasmada en esa libreta. Para no olvidar que eso no era lo habitual, que antes las cosas no eran así. 

Y, cosas del destino, he acabado más o menos como entonces. Salvando las distancias. Porque si quiero, en esta bendita ciudad hay mil y un conciertos gratuitos en los que no tengo porque gastarme 25 euros y sé que puedo apoyar al bar en cuestión con mi humilde aportación. 


Como decía, así me encontraba, primer concierto del año. También es cierto que me animó el moverme tener una bala segura como eran KABBALAH, banda de mi ciudad a la que admiro profundamente. Tras varios imprevistos sonoros para poder comenzar, las luces se apagaron y el gusanillo volvió a aparecer en mi estómago. Volví a sentir y a recordar porque narices AMO esto tanto como lo hago. Esas tres chicas sobre el escenario me dieron de nuevo un sopapo sonoro para recordarme que, a pesar de que las cosas se tengan que poner feas en algunos momentos, la MÚSICA siempre está ahí. Ya sea en formato grabado o en vivo.Y como ellas, los bilbainos BALLARD con su media hora esquizofrénica de ritmos acelerados, lentos y desquiciantes. 

Cuando piensas que pierdes el rumbo, que no tienes mayor aspiración que trabajar y dormir, la MÚSICA te devuelve la ilusión, las ganas de seguir yendo a más conciertos, de ver a más bandas y de no abandonar esta pasión por nada del mundo. Al menos en mi caso. Cada uno tendrá su afición. 

En resumidas cuentas: aunque la vida se complique, siempre se puede rascar algo, siempre hay algo donde agarrarse, y más si es algo como la música, que te da muchas alternativas. Eso sí, lo que te da el directo, los conciertos, el ambiente, los festivales, no te lo da nada. 

Gracias por vuestro tiempo,

Sonia

2 comentarios:

Charles dijo...

Encerrados en vidas de mierda viven los adoradores del dinero. Esa jodida rueda de avaricia que nunca para de girar y que hace que los seres humanos se conviertan en simples zombis metidos en nichos de cemento decimonónico y sin futuro. Ahorramos 40 años para poder pagarnos un piso que dentro de 200 años sera simple escombro y no quedara de nosotros ni una simple huella de barro en una lapida.

La abundancia genera desidia y tristeza. Esa lata de cerveza comprada con el euro que has podido reservar es la lata que mejor sabe.

Animo y metal!!

Diario de un Metalhead dijo...

Pamplona es una ciudad maravillosa. Afortunada eres de vivir en ella con esa oferta cultural que es la envidia de muchos otros lugares.Disfruta de cada momento a tope. Un besazo.